Justo después de nacer, la oruga convertida en mariposa se fue volando muy muy lejos; hacía mucho calor, pues era verano y cuando estaba muy cansada, encontró un edificio de color azul muy bonito, con un patio por delante y otro patio con un parque por detrás. Se acercó hasta una ventana que estaba abierta y entró dentro.
Se
adentró en una sala muy grande, llena de estanterías repletas de libros, muchos
libros… grandes y pequeños, gordos y delgaditos y de todos los colores que os
podáis imaginar. Y fue por todas las
estanterías para mirarlos, pero ¡de repente! Se puso muy triste… se dio cuenta
que no sabía leer.
Entonces
salió fuera de la biblioteca y se metió en el Aula de 2 años, y vio todas las
cosas que los niños hacen allí, y cuando supo hacer todo lo que los niños de 2
años hacen solitos, salió por el pasillo y entro en la clase de 1º de infantil,
y vio todas las fichas que hacen los niños de 3 años, vio las vocales la A, la
E, la I, la O y la U y cuando aprendió todo lo que los niños de 3 años
aprenden, fue corriendo a la clase de 2º de infantil y vio todas las cosas que aprenden
los niños de 4 años, y aprendió los número del 1 al 10 y cuando aprendió todo
lo que los niños de 4 años saben, entró en la clase de 3º de infantil y vio
todas las letras de la galaxia de las letras, Palo Palote, Montañón, Lula
Lulila, todas… así salió corriendo a la clase de 1º de Primaria y siguió
estudiando todas las letras hasta que un día muy contenta muy contenta dijo:
“!Ya sé leer!”
Y voló
todo lo rápido que pudo hacia la biblioteca y se leyó todos todos los libros,
uno por uno. Cuando ya se había leído todos los libros del colegio, un día sonó
un timbre y el colegio se lleno de niños que querían aprender. Así que la
mariposa se puso muy contenta, pero se escondió en la biblioteca porque le
entraron los nervios y no sabía como hablar con los niños.
Un día
entraron a la biblio unos niños malos, que no eran de este colegio, y se
estaban portando muy mal, se subieron a las sillas, gritaban, se peleaban… y cogieron
un libro ¡y lo querían romper!
-¡De eso nada! – dijo la
mariposa.
Así que salió de su escondite y
les riñó a los niños malos que se marcharon corriendo del colegio y no
volvieron nunca más.
Las profes y los niños del colegio
de Flores del Sil le dieron las gracias y le pidieron por favor, que se quedara
en la biblioteca como guardiana de los libros.
Entre todos decidieron llamarle
Marilibro, por su amor hacia los libros y ella aceptó encantada. Desde ese día
Marilibro vive en la biblioteca y es la guardiana de los libros; quiere a todos
los niños del colegio y les ayuda a elegir los libros más bonitos e interesante
para cada clase.
Y
colorín colorado, este cuento se ha acabado, quien no levante el culo…
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