lunes, 9 de diciembre de 2024

Marilibro: En los juegos olímpicos.

 

Un día, en la biblioteca del cole, estaba Marilibro leyendo un cuento sobre deportes, tan concentrada y tan atenta estaba que comenzó a sentirse muy cansada y a entrarle un sueño repentino por tanto esfuerzo; empezó a encontrarse muy cansada y poco a poco se le iban cerrando los ojitos, se le abría la boca… y poco a poco se fue durmiendo.

Estaba soñando plácidamente con deportes de pelota, de raqueta, de natación, de bicicletas, saltos con pértiga, etc.  ¡Cuando de repente, PLOOM! Notó como el libro sobre el que estaba acostada se cerraba y se quedaba atrapada entre sus páginas. ¡Madre mía, vaya susto!

- Pero, ¿qué ha pasado? – dijo Marilibro- ¿A dónde me llevan? – No entendía nada.

 Yo os diré lo que había pasado. Marilibro se quedó dormida en un libro de un papá del cole, la niña es de las mayores de 6º de primaria, no sé si la conocéis se llama María, bueno al tema, el papá llegó corriendo a la biblio y no vio a Marilibro, y como tenía mucha prisa, cogió el libro el libro a loco y lo metió en su maleta, pues llegaba tarde al tren hacia León. Estuvo 2 horas en el AVE hacía Madrid y cuando llegó a la capital, se embarcó en un avión a Francia.

Marilibro, a todo esto, quería ver donde estaba y con sus patitas empujó muy fuerte las páginas del libro y consiguió abrirlo un poquito, lo suficiente para salir y asomar la cabecita por la cremallera de la maleta y se quedó alucinada… ¡Estaba viendo la torre Eiffel! Y en ese momento se dio cuenta que estaban en la ciudad de Paris.

- ¿Y cómo es que estamos en Paris? – se preguntaba Marilibro. Miró dentro de la maleta del papá y logró ver un ordenador, una tablet, un micrófono, una cámara de video… pero no entendió nada.

Así que salió de nuevo de la maleta y se posó sobre el hombro del papá y desde ahí podía ver todo. Entraron en un sitio muy grande, lleno de gradas, con asientos para mucha gente y vieron campos de futbol, de tenis, de baloncesto, una pista de atletismo, lanzamiento de pesas, un velódromo lleno de bicis… pero aun así no sabía dónde se hallaban.

Pasaron por un monumento muy grande que tenía 5 aros de colores, 3 arriba y 2 abajo; uno azul, uno negro, uno rojo, amarillo y verde. (Oceanía, Asia, África, Europa y América). Pero algo se le escapaba a nuestra amiga y todavía no podía reconocer el lugar donde se encontraba.

Marilibro estuvo un buen rato paseando en el hombro del papá, cuando este se paró y sacó de su maleta el micrófono y colocó la cámara de vídeo. Esperaron un poco y a lo lejos vieron una chica caminando hacia ellos, era muy alta y delgada, con el pelo y la piel morena, se acercó a ellos y les saludo.

- Hola Ana Peleteiro, ¿qué tal estás? ¿tienes tiempo para una entrevista? ¿Cómo ves la competición de atletismo ese año?

Ahí, fue cuando Marilibro se dio cuenta de todo… Paris… Las pistas de deporte… Los aros… Ana Peleteiro… ¡Estaban en los Juegos Olimpicos! Iban a hacer entrevistas a los deportistas. Marilibro estaba leyendo un libro sobre los juegos olímpicos cuando se quedó dormida.

Después de Ana Peleteiro, se acercó otra chica, era también alta y delgada y llevaba una raqueta en la mano… Era Carolina Marín, y les hablo sobre bádminton.

Luego, llegó corriendo una chica muy fuerte y con el pelo rubio… era Lidia Valentín. Pero Lidia tenía malas noticias.

- Necesitamos ayuda, mañana se inauguran los juegos y tenemos un serio problema con la antorcha olímpica – les dijo muy preocupada.

Marilibro conocía a Lidia porque como sabéis, Lidia Valentín es de Ponferrada y había leído todas las noticias que estaban publicadas sobre nuestra halterófila favorita.

               ¿Qué es lo que pasa? ¿Qué a ocurrido? – se preguntaba todo el mundo en el estadio olímpico.

               - No podremos inaugurar los juegos… la antorcha olímpica que ha viajado por todos los países del mundo, pasado de mano en mano por los mejores deportistas que existen… se ha apagado – le dijo Lidia Valentín en el oído a Marilibro. – Tenemos que hacer algo, ¡no puede ser!  - dijo casi llorando.

               Marilibro pensó y pensó, pero ¿qué podría hacer una pequeña mariposa como ella? ¿Cómo podría conseguir que la antorcha volviera a iluminarse y poder terminar así su largo camino en la villa olímpica? Quizá, a pesar de todo ella podría hacer algo, quizá podría revivir la llama en la antorcha de una peculiar forma… pero no se atrevía.

               Lidia y otros deportistas estuvieron debatiendo que se tendría que hacer, ¿deberían cancelar los juegos olímpicos? Sin el fuego de la antorcha no se puede hacer la ceremonia de inauguración… pero si se cancelan los juegos, todos los deportistas y las personas reunidas se llevarían una decepción muy grande, sería la primera vez en la historia que se cancelan unos juegos por este motivo, todas las personas tendrían que irse a sus casas y todo el mundo había invertido mucho tiempo e ilusión en jugar estos juegos…

               Cuando ya pensaban en cancelar y la manera de explicárselo a todos los demás, Marilibro reunió toda su valentía y les dijo: no os preocupéis, tengo una idea, yo lo haré, haré posible lo imposible y conseguiré esa llama. Y comenzó a volar muy alto.

               Lidia Valentín al ver el valor de nuestra mariposa favorita le grito desde las gradas: “Si quieres algo, tienes que quererlo con fuerza”.

               Así Marilibro se llenó de más valor y fuerza todavía y cuando se acercó a la antorcha apagada comenzó a aletear con mucha fuerza, movía sus ala hacia arriba y hacia abajo con tanta tanta fuerza que comenzó a surgir un destello como el de una estrella fugaz, un brillo tan fuerte que dejó a todos alucinados, en sus alas se podía ver todos los colores del arcoíris y de repente: BOOOM! La antorcha por la fuerza de las alas de Marilibro volvió a arder y el fuego resurgió de las cenizas de la antorcha olímpica.

               ¡Bravo, bravo! – gritaba y aplaudía la gente por todo el estado – Viva Marilibro, vivaaaaaaa. Marilibro es la mejor, Marilibro es la mejor.

               Así al tener otra vez fuego en la antorcha se pudieron inaugurar los juegos olímpicos de Paris 2024, Marilibro se convirtió en la protagonista de la ceremonia todo el mundo quería hacerse fotos con ella. Pero, ¿sabéis lo que realmente quería Marilibro?

               Volver a Ponferrada y ver a sus niños del colegio de Flores del Sil.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado… y quien no levante el culo: ¡se le quedará pegado!


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